Braquiterapia: un tratamiento radical para el cáncer de próstata en estadío temprano

Braquiterapia: un tratamiento radical para el cáncer de próstata en estadío temprano

Braquiterapia de próstata  

El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en los hombres, especialmente a partir de los 50 años de edad. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que en 2020 se diagnosticaron más de 1,4 millones de casos nuevos de cáncer de próstata en el mundo, y que más de 375 mil hombres fallecieron por esta causa.

El tratamiento del cáncer de próstata depende de varios factores, como el estadio de la enfermedad, el grado de agresividad del tumor, la edad y el estado de salud del paciente, y sus preferencias personales. Entre las opciones terapéuticas disponibles, se encuentran la cirugía, la radioterapia, la hormonoterapia, la quimioterapia y la inmunoterapia.

En este artículo, hablaré sobre una modalidad de radioterapia que ha demostrado ser muy efectiva para tratar el cáncer de próstata en estadío temprano, es decir, cuando el tumor está confinado dentro de la glándula prostática o en el área que la rodea. Se trata de la braquiterapia, un tipo de radioterapia interna que consiste en colocar fuentes radioactivas dentro o cerca del tumor, de modo que la radiación pueda matar las células cancerosas y causar menos daño al tejido sano cercano.


¿Qué es la braquiterapia y cómo se realiza?

La braquiterapia es una técnica que se basa en el principio de que la radiación pierde intensidad a medida que se aleja de la fuente. De esta forma, se puede administrar una dosis alta de radiación al tumor, mientras que se minimiza la exposición de los órganos y tejidos sanos circundantes, como la vejiga, el recto y la uretra.

La braquiterapia se puede realizar de dos formas: de tasa de dosis baja (LDR) o de tasa de dosis alta (HDR). La diferencia radica en la cantidad de radiación que se libera por unidad de tiempo y en el tiempo que permanece la fuente radioactiva en el cuerpo.

Braquiterapia de tasa de dosis baja (LDR)

La braquiterapia LDR también se conoce como terapia de semillas, implantación de semillas o braquiterapia permanente. Consiste en colocar semillas radiactivas del tamaño de un grano de arroz en la glándula prostática de forma permanente, donde liberan la radiación lentamente durante varios meses. Las semillas pueden contener diferentes isótopos radioactivos, como el yodo-125, el paladio-103 o el cesio-131.

La braquiterapia LDR se realiza en el quirófano y, por lo general, se administra anestesia general para que el paciente esté dormido. Mientras el paciente duerme, se coloca un catéter urinario temporal para vaciar la vejiga. Se colocan agujas finas a través de la piel del perineo (el área entre el ano y el escroto) hasta la próstata, usando imágenes de ultrasonido y una plantilla (rejilla pequeña) para guiarlas. Las semillas radiactivas se insertan a través de las agujas y dentro de la próstata. Se sacan las agujas, dejando atrás las semillas, espaciadas por toda la próstata. El número de semillas depende del tamaño de la glándula prostática, pero suele rondar las docenas.

La braquiterapia LDR se realiza como un procedimiento ambulatorio y el paciente se va a casa después de un breve período de tiempo en la sala de recuperación. Debido a las semillas, el médico puede indicarle que:

  • Limite el contacto cercano con niños y mujeres embarazadas.
  • Evite que los niños se sienten en su regazo durante períodos prolongados.
  • Evite las relaciones sexuales durante algún tiempo.
  • Use un condón durante las relaciones sexuales en caso de que pase una semilla en su semen.

Braquiterapia de tasa de dosis alta (HDR)

La braquiterapia HDR es un tipo de braquiterapia temporal que consiste en colocar fuentes radioactivas en la glándula prostática y administrar una dosis alta de radiación por pocos minutos antes de que se retiren las fuentes. Las fuentes pueden contener diferentes isótopos radioactivos, como el iridio-192 o el cobalto-60.

La braquiterapia HDR se realiza en el quirófano y, por lo general, se administra anestesia general para que el paciente esté dormido. Mientras el paciente duerme, se coloca un catéter urinario temporal para vaciar la vejiga. Se colocan agujas finas a través de la piel del perineo hasta la próstata, usando imágenes de ultrasonido y una plantilla para guiarlas. Las agujas se conectan a un dispositivo que contiene las fuentes radioactivas. Un ordenador controla el movimiento de las fuentes dentro y fuera de las agujas, según un plan de tratamiento personalizado. Las fuentes permanecen en la próstata durante unos minutos, liberando la radiación al tumor. Luego, se sacan las fuentes y las agujas.

La braquiterapia HDR se puede realizar como un procedimiento ambulatorio o con una breve hospitalización. El tratamiento típico puede comprender varias sesiones, que se pueden realizar en el mismo día o en días diferentes. Entre las sesiones, se puede dejar un catéter urinario en el paciente para facilitar la micción.

¿Qué ventajas tiene la braquiterapia para el cáncer de próstata?

La braquiterapia tiene varias ventajas sobre otras modalidades de tratamiento para el cáncer de próstata, como la cirugía o la radioterapia externa. Entre ellas, se pueden mencionar las siguientes:

  • Es un tratamiento mínimamente invasivo, que no requiere incisiones ni suturas, y que tiene un menor riesgo de sangrado e infección.
  • Es un tratamiento más corto y conveniente, que se puede realizar en una o pocas sesiones, y que permite una rápida recuperación y reincorporación a las actividades habituales.
  • Es un tratamiento más preciso y selectivo, que administra una dosis alta de radiación al tumor, mientras que preserva el tejido sano circundante, reduciendo así los efectos secundarios y las complicaciones a largo plazo.
  • Es un tratamiento muy efectivo, que consigue eliminar el cáncer en la mayoría de los casos, y que tiene una baja tasa de recurrencia y de progresión de la enfermedad.

 

¿Para quién es adecuada la braquiterapia para el cáncer de próstata?

La braquiterapia no es un tratamiento apto para todos los pacientes con cáncer de próstata. El médico evaluará cada caso y determinará si la braquiterapia es una opción viable, teniendo en cuenta diversos factores, como:

  • El estadio y el grado del cáncer de próstata. La braquiterapia suele ser más efectiva para los tumores de bajo o intermedio riesgo, es decir, aquellos que tienen un tamaño pequeño o moderado, un nivel bajo o medio de PSA (antígeno prostático específico) y un grado bajo o medio de Gleason (que mide el grado de diferenciación de las células cancerosas).
  • El tamaño y la forma de la próstata. La braquiterapia requiere que la próstata tenga un tamaño y una forma adecuados para que las fuentes radioactivas se puedan colocar de forma precisa y uniforme. Si la próstata es muy grande, se puede reducir su tamaño con medicamentos o con una resección transuretral de la próstata (RTUP) antes de la braquiterapia.
  • La función urinaria. La braquiterapia puede causar problemas urinarios, especialmente en los primeros meses después del tratamiento. Por eso, se recomienda que el paciente tenga una buena función urinaria antes de la braquiterapia, sin síntomas de obstrucción o irritación. Si el paciente tiene problemas urinarios severos, se puede optar por otro tipo de tratamiento o por una combinación de braquiterapia y radioterapia externa.
  • La preferencia del paciente. La braquiterapia es un tratamiento que implica ventajas e inconvenientes, así como riesgos y beneficios. El paciente debe estar informado de todas las opciones disponibles y de sus posibles efectos secundarios y complicaciones. El paciente debe elegir el tratamiento que mejor se adapte a sus expectativas y a su calidad de vida.

¿Qué resultados se pueden esperar de la braquiterapia para el cáncer de próstata?

La braquiterapia es un tratamiento que ha demostrado ser muy efectivo para el cáncer de próstata en estadío temprano. Según diversos estudios, la braquiterapia consigue tasas de curación similares o superiores a las de la cirugía o la radioterapia externa, con un menor impacto en la calidad de vida del paciente .

Sin embargo, la braquiterapia no garantiza la eliminación total del cáncer ni la ausencia de efectos secundarios. Por eso, es importante que el paciente siga las indicaciones de su médico y se someta a un seguimiento regular, que incluya análisis de sangre, exámenes físicos y pruebas de imagen. El objetivo del seguimiento es detectar posibles signos de recurrencia o de progresión del cáncer, así como evaluar la función urinaria, sexual e intestinal del paciente.

Conclusión

La braquiterapia es un tratamiento radical para el cáncer de próstata en estadío temprano, que consiste en colocar fuentes radioactivas dentro o cerca del tumor, para administrar una dosis alta de radiación al mismo, mientras que se protege el tejido sano circundante. La braquiterapia tiene varias ventajas sobre otros tratamientos, como la cirugía o la radioterapia externa, ya que es más corta, más conveniente, más precisa, más selectiva y más efectiva. Sin embargo, la braquiterapia no es un tratamiento apto para todos los casos, y el médico debe evaluar cada situación y determinar si la braquiterapia es una opción viable. 

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